Fenadismer plantea al parlamento la problemática de la carga y descarga

El pasado 7 de abril, el presidente de Fenadismer, Julio Villaescusa, compareció en la Comisión de Seguridad Vial del Congreso de los Diputados para explicar la posición del sector del transporte por carretera en el contexto de la elaboración de la Estrategia de Seguridad Vial 2021-2030 que se está llevando a cabo en el ámbito parlamentario. Villaescusa dedicó especial atención a la problemática de las labores de carga y descarga que deben afrontar los transportistas, las cuales les causan una mayor fatiga que incide negativamente en la seguridad vial.

Fenadismer plantea problemática de carga y descarga del transporte por carretera en Congreso de Diputados

Según varios estudios sobre las condiciones de trabajo de este colectivo, más de una tercera parte del total de accidentes de trabajo están relacionados con las labores de carga y descarga. Esto es especialmente grave si se tiene en cuenta que casi el 70% de los conductores reconoce participar en dichas tareas, pese a que la regulación legal establece que corresponden al cargador y al destinatario.

Además, durante la pandemia y pese a las recomendaciones llegadas desde Europa de no obligar a los transportistas a hacer dichas tareas, Fenadismer lamenta que las empresas cargadoras han continuado imponiéndolo para asegurarse un ahorro anual estimado en más de 2.000 millones de euros.

Las muertes por accidente, al alza por la pandemia

En su comparecencia, Villaescusa destacó la tendencia muy positiva de reducción de la siniestralidad en el sector en los 20 últimos años. Y es que la caída de los decesos es realmente loable, con una reducción superior al 70% del número de fallecidos tanto en camiones ligeros como pesados. No obstante, la pandemia ha invertido esta tendencia y el estrés al que se han visto sometidos los transportistas se tradujo en una alarmante triplicación del número de muertos durante el primer estado de alarma.

Además, las normas que regulan la actividad del transporte no favorecen la mejora de la seguridad vial. Ejemplo de ello son la eliminación en 2013 de la exigencia de formación para acceder al segmento del transporte ligero, o recientemente la anulación judicial del requisito de antigüedad de transporte.