La Federació Catalana de Tallers de Reparació d’Automòbils (Fecatra) presentó ayer los resultados de su plataforma de denuncia contra el intrusismo profesional.
Las cifras muestran un preocupante aumento del número de denuncias obtenidas. Las cifras recogen el periodo 2014-2017, siendo el último año de gran actividad ilícita y rompiendo la tendencia a la baja de los años 2015-2016.
En opinión de Celso Besolí, presidente de la Fecatra:
El trabajo realizado por las asociaciones es insuficiente sin la actuación y cooperación de los ayuntamientos, que son los que tienen competencias para detectar y cerrar los talleres clandestinos. Son comprensibles las dificultades de los consistorios, pero también lo es la frustración de los talleres
Desde Fecatra también se lamentó la acumulación de expedientes en los ayuntamientos. Expedientes de los cuales no se recibe ningún feedback bajo el argumento de no poder dar información, a pesar de ser Fecatra la denunciante.
La federación cree que es necesario reforzar la difusión que se envía al consumidor final, dando protagonismo a la placa azul del RASIC. Asimismo, exige instaurar en las ITV catalanas la obligación de exhibir Certificado de Taller que corrige los defectos graves detectado. Algo que ya se hace en Baleares, Canarias o Galicia.
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