Desmontando el falso mito del deterioro de las baterías en invierno

Las bajas temperaturas demandan a la batería unos esfuerzos que a menudo no alcanzan por el deterioro sufrido en verano.


En pleno invierno y tras el paso de un temporal como el Gloria, el nutrido grupo de fabricantes de componentes de automoción que conforma la iniciativa Elige calidad, elige confianza quiere advertir a la población de un falsa creencia sobre el frío y las baterías de los vehículos. Y es que, a pesar de que en momentos de bajas temperaturas es cuando las baterías acostumbran a fallar, realmente son las altas temperaturas sufridas en verano las principales responsables de su desgaste.

falso mito deterioro de las baterías en invierno

La batería es un producto activo que sufre desgaste con el tiempo (se use o no), por lo que siempre llega un momento en el que pierde sus prestaciones y deja de funcionar. Y es que, a pesar de almacenarse en condiciones óptimas, la batería está continuamente sometida a un proceso de autodescarga por el que, cuando las temperaturas son elevadas, la autodescarga sufrida es mayor.

Lo que ocurre en invierno, explican desde ECEC, es que la baja temperatura del motor y del aceite demandan a las baterías una mayor potencia de arranque que en ocasiones no se alcanza debido al deterioro sufrido en verano. Además, las bajas temperaturas influyen en el proceso químico que tiene lugar en el interior de la batería, lo que también afecta a su arranque y recarga. Todo ello, sin olvidar que todas las funciones de confort propias del invierno (como calefacción de asientos u otros sistemas) también se alimentan de la batería.

Para combatir los efectos de las temperaturas, los fabricantes de baterías realizan una importante labor de I+D+i para mejorar su autonomía y aceptación de carga por encima del 30%. Esto reduce su riesgo de avería o descarga, mejorando el rendimiento incluso en condiciones meteorológicas extremas.

Asimismo, las marcas están muy enfocadas a los vehículos Start&Stop, parque predominante hoy en día y que ha condicionado las nuevas tecnologías AGM (Absorbent Glass Matter) y EFB (Enhanced Flooded Battery). «Actualmente, el 90% de los vehículos fabricados dispone de esta tecnología y tiene aproximadamente un peso del 30% en el parque de reposición (IAM)», destacan desde ECEC.

¿Por dónde pasa el futuro de las baterías?

Los fabricantes destacan que, basándose en su estrecha relación con los Primeros Equipos (OE), «existe una apuesta por la electrificación de los vehículos que pasa por múltiples soluciones, donde la batería que hoy conocemos como convencional seguirá estando presente».

En este sentido, desde ECEC destacan la importancia de que el mercado de la automoción aúne esfuerzos en materia de I+D+i. «Es esencial que fabricantes de componentes y de vehículos colaboren, trabajen juntos, como socios, para lograr el mejor coche del futuro», señalan.

Así, la línea de trabajo que estiman adecuada es que «los fabricantes de baterías, producto cada vez más importante en el vehículo, pueden dar a los fabricantes de Primer Equipo la orientación necesaria en función de sus necesidades».

 

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