Ventajas (también económicas) de revisar la calefacción del vehículo

Con la llegada de las temperaturas invernales a buena parte del país y fenómenos como la borrasca Arwen, los conductores se ven obligados a accionar la calefacción del vehículo para garantizar una conducción templada. Para ello es vital revisar este sistema y, más concretamente, los filtros de habitáculo en una operación muy económica que no supera los 20€, recuerdan desde la especialista en el cuidado y mantenimiento integral del vehículo Euromaster.

La del filtro de cabina no es la única revisión a hacer en esta época del año, pues la calefacción funciona con el líquido refrigerante del motor, por lo que es imprescindible revisar su nivel y estado. En caso de tener que sustituirlo, apenas tiene un coste de 40 0 50€ y es vital para evitar problemas mayores y tener que afrontar una factura que puede llegar a los 1.000€ e incluso la sustitución del motor.

Asimismo, Euromaster recuerda que el frío y las bajas temperaturas, así como en verano sucede con el calor, no solo tiene una implicación mecánica y económica sino que conlleva un mayor riesgo al volante, por lo que es fundamental controlar la temperatura dentro del habitáculo para que se mantenga estable entre los 20-22ºC.

Además, la máxima de combatir el frío poniéndose más ropa encima no es posible en el caso de la conducción. Y es que el Reglamento General de Tráfico obliga al conductor a garantizar la libertad de movimientos, lo que equivale en la práctica a no poder ponerse al volante con el abrigo puesto. De hacerlo, se arriesga a una sanción grave, que acarrea una multa de 200€, aunque no implica pérdida de puntos.

Revisar la calefacción representa la punta del iceberg del mantenimiento preventivo invernal del vehículo, que incluye la batería, que sufre mucho con el frío. Lo mismo sucede con los parabrisas, para garantizar una correcta visibilidad, o la iluminación, ahora que las horas de luz son más escasas.

Y mención aparte merecen los neumáticos. Euromaster insiste en la importancia de optar por un neumático de invierno, es decir, con prestaciones específicas para el frío (recomendados por debajo de 8ºC), la lluvia e incluso condiciones de nieve. Otra alternativa es montar un neumático que sirva para cualquier estación y que no vea limitadas sus prestaciones por las temperaturas y condiciones climatológicas, como los llamados all-season, si bien no acaban de tener un comportamiento redondo, por lo que ya existe una nueva línea de cubiertas de verano con certificación para invierno y que los conductores poco a poco están descubriendo.