Misma localidad, distinto escenario. MotorOK se desplaza hasta Vic para charlar con Rosendo Pous, Gerente de Equipataller, en unas nuevas instalaciones que suponen un importante salto cualitativo para la empresa. Con él repasamos el presente y futuro de la diagnosis en un mercado que está recibiendo con mucho entusiasmo la tecnología de Autel, máquinas que Equipataller distribuye con exclusividad dentro del territorio nacional.
Gerard Compte | Barcelona
Pregunta: Sin moveros del municipio de Vic, lo cierto es que habéis hecho un cambio de instalaciones muy potente. ¿Qué motivos generaron el cambio?
Respuesta: Antes estábamos en un entresuelo en el que no podían acceder coches y donde cada vez que llegaba un camión a descargar material era un lío tremendo tanto para mover las cajas como para repartir el poco espacio del que disponíamos. La mudanza hacia una nave, tanto por logística como por espacio, era un cambio muy necesario y con el que estamos encantados.
Con la nueva Equipataller, ahora gozamos de una amplia aula teórico-práctica, podemos entrar coches en nuestras instalaciones y hemos ganado en capacidad de almacenaje y facilidad de logística. De hecho, tenemos pensado ampliar el personal con alguna nueva incorporación al equipo. Buscamos a gente con experiencia y conocimiento en el mundo informático y el trabajo de la diagnosis.
P: En Equipataller sois distribuidores en exclusiva de las máquinas Autel. ¿Qué posición ocupa este fabricante y proveedor dentro del mundo de la diagnosis? ¿Y Autel Ibérica dentro de la compañía?
R: Una buena posición, y cada vez mejor. Tienen cuatro sedes propias (China, Frankfurt, Nueva York y Panamá) y desde ahí distribuyen a todo el mundo, siendo nosotros los distribuidores exclusivos en Europa para España y Portugal. La empresa cuenta con casi 1.000 trabajadores y su consolidación es un hecho.
Conviene matizar que Autel tiene dos ramas: la diagnosis pura y dura y las máquinas TPMS, encargadas de medir la presión de los neumáticos y que en algunos países representan gran parte de la facturación de la compañía. Y es que Autel es la única que fabrica tanto la máquina como el sensor que interactúa con el vehículo.
En cuanto a nuestro papel dentro de la empresa, somos los que más máquinas de diagnosis vendemos, aunque por precios es Autel Italia la que acumula una cifra mayor de facturación. Ahí, somos los segundos, una muy buena posición teniendo en cuenta el carácter pequeño y familiar que nos caracteriza.
P: ¿Cómo de avanzada es la tecnología de la diagnosis que ofrece Autel?
R: Os lo mostraré con un ejemplo que me sucedió hace pocos días. La situación es la siguiente: Peugeot 508 híbrido, motor diésel en las ruedas delanteras y eléctrico en las traseras. Durante una demostración, el cliente se quedó sin gasoil en el depósito y la autonomía eléctrica no le bastó para llegar a la gasolinera a repostar. En otras palabras, se quedó tirado.
Una vez lograron ponerle gasoil al coche, la parte híbrida del coche quedó totalmente inutilizada porque se había “colgado” el sistema. Llegamos nosotros para hacer la demo, conectamos la máquina y efectivamente, encontró un fallo de reinicialización en la centralita híbrida del coche. ¿Se limitó la máquina a encontrar el fallo? No. El menú de funciones especiales nos ofreció la opción de aplicarle al coche un reaprendizaje de sus funciones híbridas, así que optamos por esa opción. A partir de ahí, la máquina empezó a funcionar, a cargar cosas, a hacer sonidos… y tras un pitido final, el coche ya volvía a estar en plenas condiciones y listo para reanudar la marcha.
Es un ejemplo que sirve para entender lo avanzados que estamos, nosotros particularmente pero también el sector de la diagnosis en general.
P: Queda claro que confiáis en el producto que vendéis. Como distribuidores, ¿qué relación tenéis con Autel?
R: Muy buena. El pasado día 2 de diciembre, viajé a China con parte del equipo para conocer de primera mano la fábrica. El encargado de Autel para Europa es un italiano con el que yo ya colaboraba cuando él era responsable de la compañía en Italia, y la relación es excelente.
En Autel Ibérica no tenemos ninguna prioridad sobre el resto de países, pero la relación existente entre él y yo hace que todo sea muy fluido y que un golpe de teléfono solucione cualquier situación anómala. Eso también es una garantía para nuestros clientes.
P: A nivel de grupos, ¿qué acuerdos o colaboraciones tiene establecidas Equipataller?
R: Trabajamos conjuntamente con Grupo Serca y Grupo Silvestre, con quienes tenemos un acuerdo firmado, pero también colaboramos con otros grupos y sus empresas. ¿Por qué? Porque nuestro producto les interesa. Tan sencillo y natural como esto.
P: En una de tus Tribunas publicadas para MotorOK, incidías en la importancia del sistema TPMS (Sistema de monitoreo de la presión del neumático). ¿Es realmente tan importante?
R: Sin duda. Todos los coches homologados a partir de noviembre del 2014 están obligados a llevar un sistema que permita medir tanto la presión como la temperatura de sus neumáticos, y ese doble requerimiento obliga a una válvula electrónica. Cada fabricante te vende la suya, pero lo que han hecho empresas como Autel es fabricar una válvula virgen que, junto con nuestras máquinas, permiten clonar el código de la válvula original para que nuestra válvula virgen “sea” la del modelo y marca deseados.
Es una tecnología muy común y de mucho éxito en los países nórdicos y de clima cambiante, por el cambio de neumáticos que realizan en verano e invierno. También en Italia, donde han llegado a un acuerdo con la firma de llantas MAK y este año facturarán más por TPMS que por máquinas de diagnosis. En España, aunque menos, también hay zonas de la geografía que deben adaptarse al distinto clima y estado de las carreteras durante el año, y ahí es donde las válvulas de Autel pueden ser de gran utilidad.
P: Hablemos un poco de vuestro sector. ¿Qué papel juegan los talleres en el servicio de diagnosis de vehículos?
R: Los talleres multimarca, por más cursos que hagan y redes a las que estén asociados, no están a la última. Los fabricantes, movidos por la competitividad del sector, ofrecen muchos años de garantía y muchos servicios al cliente que le compra el coche. Eso repercute negativamente en esos talleres, que están diagnosticando coches con cinco o seis años de antigüedad en el caso de los más nuevos.
Eso se acentúa aún más con las últimas tecnologías del mercado. El cliente del híbrido y del eléctrico, a excepción de la popularidad del Toyota Prius, siente que tiene un vehículo muy específico y prefiere curarse en salud y acudir al fabricante para cualquier reparación o comprobación relacionada con su coche.
Se trata de una realidad ineludible, aunque también lo es que a esos talleres multimarca cada vez se les está ofreciendo más apoyo, formación y asesoramiento. Poco a poco, se irá perdiendo el miedo a no pasar por el fabricante y el mercado se abrirá mucho más.
P: Que los coches sean cada vez más avanzados tecnológicamente, ¿supone una ayuda o una amenaza?
R: Quizás un reto, pero eso nos estimula si cabe aún más en nuestro trabajo. Por ejemplo, el nuevo Volvo XC90 ha supuesto un ‘boom’ en el sector por su conectividad vía LAN Ethernet, y muchos fabricantes se están apresurando a actualizar sus máquinas de diagnosis para poder soportar esta nueva manera de conectarse al vehículo. Pero hace casi dos años que BMW ya hizo lo mismo con su modelo Serie 5 GT, y ahí es cuando nosotros empezamos a trabajar con esta tecnología.
La conectividad Ethernet/doIP, que en 2018 empezará a extenderse y generalizarse, es una novedad que nosotros ya tenemos plenamente soportada y a la que podemos dar respuesta sin ningún tipo de contratiempo.
P: Por lo tanto, ¿es incorrecta la sensación que algunos tienen sobre las dificultades existentes en el acceso a la información técnica?
R: Mi experiencia es totalmente contraria, ya que estoy en la etapa de mi trayectoria profesional donde más información tengo a mi alcance. Pagando, eso sí, pero con mucho volumen de información y muchas facilidades.
En Equipataller hacemos las cosas bien: nos damos de alta como lo que somos (importadores de maquinaria), esperamos a que el fabricante compruebe nuestro CIF, llenamos todos los formularios y requerimientos que nos exigen, y en pocos días ya estamos trabajando con sus vehículos sin ningún tipo de problemas. A veces, el desconocimiento en estos pasos previos y los problemas derivados de esa gestión, es lo que a algunos les puede terminar generando la sensación de estar en un sector más complicado de lo que realmente es.
P: ¿Por dónde pasa el futuro de la diagnosis?
R: El futuro pasa por el Pass-Thru, sin ningún tipo de duda. Es un cabezal que sirve para conectarse a los servidores de todos los fabricantes de coches y así poder hacer programaciones o configuraciones de las centralitas de los vehículos desde los propios servidores oficiales. Es muy cómodo para el cliente, ya que lo único que debe comprar es el cabezal. Es la única pieza requerida. A partir de ahí, empieza lo intangible pero que es igual o más importante: nuestro trabajo de servicio y asesoramiento técnico.
También la telediagnosis forma parte de ese futuro del que hablamos. Cuando el cliente conecta la máquina, nosotros nos conectamos a su ordenador a distancia y le guiamos en la reprogramación de la centralita. Es un servicio que ya ofrecemos actualmente, pero que terminará por imponerse a todo el mercado.
P: Desde tu punto de vista, ¿cómo se interpreta la llegada de las nuevas fuentes de energía y la supuesta obsolescencia de las tradicionales?
R: Si algo tengo claro, es que los coches diésel bajarán mucho sus ventas. Desde la entrada en vigor de los sistemas anticontaminación EURO 5 y EURO 6, un coche de estas características sólo se puede tener realizando un mínimo de 40-50 mil kilómetros al año, y siempre que se realicen viajes largos con mucha vía rápida. Filtros de partículas obstruidos, diluciones de aceite… Tener un diésel para trayectos urbanos o interurbanos, cada vez será más un problema que una solución.
Por su parte, los híbridos suponen la alternativa perfecta a quienes hacen desplazamientos cortos de forma cotidiana pero no quieren comprar un coche que limite su movilidad exclusivamente a ese tipo de viajes. Son, sin duda, una gran alternativa para el momento actual.
Finalmente, los eléctricos tienen las desventajas de su aún baja autonomía, sus elevados precios y el problema que supondría para las eléctricas suministrar energía a todo un parque automovilístico de eléctricos si algún día se generalizasen sus ventas. Son desventajas que suponen un impedimento para pensar en los eléctricos como un vehículo cuyo uso vaya a popularizarse en el presento y futuro más inmediato. Si hablamos en perspectiva, por supuesto que el futuro es suyo. Debe serlo.
P: Cerramos la entrevista volviendo a vosotros. ¿Qué le depara el futuro a Equipataller?
R: Queremos ampliar nuestro servicio de consultoría, de ahí la posibilidad que comentaba anteriormente de incorporar una o dos personas más a nuestro equipo. Estamos muy satisfechos con el volumen de negocio y servicio actuales y, una vez solventado el tema del espacio con la nueva nave, también aprovecharemos las nuevas instalaciones para intensificar nuestros cursos y apoyo teórico-práctico sobre el funcionamiento de nuestras máquinas.
Tenemos una buena red comercial, con puntos de venta en cada provincia, y tenemos claro que no facturamos nunca al taller sino que pasamos por el distribuidor, al que intentamos dar siempre exclusividad regional. Esa es nuestra filosofía y con ella seguiremos trabajando, ahora y en el futuro.
Más información en las páginas web de Equipataller y Autel
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