Un estudio de la firma alemana Bosch destaca la importancia de los combustibles sintéticos en la pelea contra el calentamiento global y para lograr que los motores de combustión sigan estando vigentes en la movilidad del futuro gracias a un funcionamiento libre de emisiones de carbono.
Y es que hasta hace poco, imaginar un motor de combustión libre de emisiones de carbono era algo utópico. Pero el estudio de Bosch ha revelado que el secreto para hacer posible lo imposible reside en los combustibles sintéticos o neutros en carbono, cuyo proceso de fabricación captura CO2.
Así, el gas de efecto invernadero no solo no resulta perjudicial sino que se convierte en materia prima a partir de la cual se puede producir gasolina, diésel y un sustituto del gas natural con la ayuda de la electricidad.
Los expertos de Bosch han cifrado la contribución al medio ambiente que podría aportar este cambio, tomando como referencia únicamente la flota europea de automóviles. Así, para 2050, el uso de combustibles sintéticos empleados como complemento a la electrificación de los motores podría ahorrar hasta 2,8 gigatoneladas de CO2. Para hacernos una idea, dicha cifra equivale a ¡tres veces! las emisiones de dióxido de carbono que Alemania produjo en 2016.
Motores de combustión neutros, un camino muy prometedor
Los motores de combustión neutros en carbono que funcionan con combustibles sintéticos representan, por lo tanto, un camino muy prometedor a explorar. Además, los combustibles sintéticos se pueden diseñar para ser quemados prácticamente sin hollín. De esta manera, se podría reducir el coste del tratamiento de los gases de escape.
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