La escasez de chips informáticos demorará la llegada del coche autónomo

Los fabricantes de vehículos deben competir con la alta demanda de otros sectores, hecho que colapsa la fabricación de estos chips.


La producción de chips informáticos es costosa y requiere un proceso lento de creación desde el concepto inicial. Esta realidad, sumada al aumento del uso de estos componentes en sectores de diversa índole (famosa es la lentitud en la fabricación de videoconsolas PS5 por falta de chips semiconductores), está provocando un retraso en la llegada de los vehículos autónomos. Muchos fabricantes de vehículos ya están alertando de ello, motivo por el cual la patronal de concesionarios Faconauto ha querido incidir en este tema.

escasez de chips informáticos retrasa la llegada del coche autónomo

Los chips informáticos se encuentran en casi todos los aspectos de un automóvil contemporáneo, como los sistemas de freno o las transmisiones, por poner solo dos ejemplos. También actúan en muchos elementos que no están involucrados directamente en la conducción, como los sistemas de infotainment.

«Si los coches fueran los únicos beneficiados de estos aparatos informáticos, tal vez habría grandes reservas y no estaríamos hablando de su escasez. El problema es que los automóviles no son la única fuente de demanda de chips. Sus fabricantes deben competir con la alta demanda de otros sectores, lo que conduce a su colapso en la fabricación», aclaran desde la federación de automoción.

En los verdaderos vehículos autónomos (Nivel 4 y 5) no habrá un conductor humano involucrado en la tarea de conducción, sino que será la IA (Inteligencia Artificial) la que conduzca ¿Qué implica este escenario? Pues que para gozar de un sistema automatizado de tales características es necesario una gran cantidad de chips informáticos para el aprendizaje automático y profundo de las capacidades. Además, los chips informáticos ejecutan el algoritmo de IA para realizar un seguimiento de la escena de conducción y planificar las acciones necesarias. Hay chips para los sensores, cámaras de video, radar, dispositivos ultrasónicos… ¡Y hablamos solo de los chips dedicados al sistema de conducción!

Lo cierto es que, cuando los coches completamente autónomos estén disponibles para su producción, necesitarán incluso más microchips de los que requieren los coches tradicionales. Por eso, la situación de escasez de chips es poco favorable para el futuro de este tipo de vehículos. «A esto se une que aún existe una baja confianza por parte de los conductores en el vehículo autónomo. Solo el 14% de los conductores asegura que confiaría en viajar en un vehículo que se conduce solo», concluye Faconauto.

 

faconauto

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