La Asociación Provincial de Talleres de Reparación de Granada (Asemtagra) presentó recientemente ante sus talleres asociados el Plan de Defensa y Mejora de la Carrocería, una estrategia global de trabajo para la defensa de los talleres granadinos en su relación con las aseguradoras en el marco de la realidad económica y legal. Se trata de la tercera de las asociaciones de CONEPA que realiza convocatorias públicas con resultados de encuestas realizadas a talleres de sus ámbitos territoriales, tras Asetra (Madrid) y Adeabur (Burgos). Otras entidades que también han completado los primeros trabajos de análisis en sus áreas son Atricor (Córdoba) y Atramur (Murcia), mientras que actualmente lo están desarrollando Adetra (Ávila) y Adeada (Álava).
El acto, que contó con la presencia física de representantes de casi 70 talleres granadinos, fue inaugurado por Sebastián Ruiz, presidente de la asociación, y María José Medialdea, gerente de la entidad granadina, quienes dieron la bienvenida a los asistentes y agradecieron la participación de Víctor Rivera, secretario general de CONEPA, y Víctor Gámez, socio de Boxes Consulting y asesor técnico en la implementación del plan.
Víctor Rivera comenzó recordando el contexto legal de la relación entre talleres, usuarios y compañías de seguros. Dicho contexto se define, entre otras, por la necesidad de respeto a las normas sobre competencia, derechos de los consumidores, condiciones de la contratación y distribución de seguros. Sobre el contexto económico, señaló la reducción de la prima media de las aseguradoras que pasó de 405€ en 2009 a 356€ en 2019, que no recoge ni la inflación; y en el estancamiento del módulo de los convenios CIDE y ASCIDE, que desde 2010 a 2017 permaneció en 882€.
Rivera destacó que «esta política agrava la pérdida de rentabilidad de los talleres que ofrecen un gran servicio sin que sus precios se actualicen en relación con los costes y, están abocados a dar servicios que no pueden repercutir al usuario (coches de sustitución, lavado, recogida y entrega, etc.)».
Para ayudar a los talleres, el Plan de Defensa y Mejora de la Carrocería de CONEPA se sustenta en cuatro pilares: información, formación, asesoría y gestión legal, y observatorio. El último pilar se encarga de analizar y elaborar estudios, como el realizado para Asemtagra y cuyas conclusiones se hicieron públicas en el acto celebrado en la Cámara de Comercio granadina.
Principales conclusiones del estudio en Granada
El estudio de Asemtagra se ha hecho con la información aportada por 66 talleres, entre los que figuran el 25% de los talleres especialistas en carrocería que abren sus puertas en la provincia andaluza. En la muestra empleada para su elaboración están representadas hasta 30 localidades granadinas.
En el estudio se pone de manifiesto que las empresas granadinas dedicadas a la reparación y el mantenimiento de vehículos en la especialidad de carrocería, un total de 263 (212 asociadas a Asemtagra) tienen una media de: 464 m2 de instalaciones; 3,36 pintores y chapistas; 1,26 cabinas de pintura; 2,15 empleados indirectos; y 2,91 vehículos de sustitución.
Entre sus conclusiones más llamativas está la gran diferencia entre el coste medio/hora de la mano de obra de los trabajos realizados por el taller (37,86€) en base a los parámetros definidos en el estudio, y lo que pagan realmente por ello las aseguradoras (26,44€/hora). El diferencial, un 30% de media, indica que el taller de carrocería de Granada está vendiendo su mano de obra por debajo de coste y debe sobrevivir con el margen cada vez más reducido del recambio y los materiales de pintura, lo que pone en peligro su supervivencia.
La incidencia del coche de sustitución en el coste de hora de un taller de carrocería en la provincia es de 0,79€/hora. Esto representa un gasto anual para un taller medio de 4.190€/año, que deben ser asumidos en su totalidad por la empresa sin posibilidad de ser repercutidos a las aseguradoras, que venden a sus clientes este servicio como suyo.
Hay que destacar así mismo que el equilibrio entre operarios directos (pintores y chapistas) y operarios indirectos es de 3,36/2,15. Esto significa que existe 1,56 operarios productivos por cada improductivo, muy lejos del ratio de 2,5 necesario para garantizar una rentabilidad adecuada. Este parámetro refleja la cantidad de servicios de valor añadido asumidos por el taller mediante la contratación de personal indirecto y no pagados por las compañías aseguradoras (lavado, autoperitación, recogida y entrega, gestión del coche de sustitución, etc).
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