La cámara térmica como herramienta de diagnosis en el taller

La termografía es una técnica que permite determinar temperaturas a distancia y sin necesidad de contacto físico con los objetos analizados. Se trata de un recurso infrautilizado pero con múltiples ventajas en términos de ahorro de tiempo y eficiencia en el trabajo, especialmente en sectores como la automoción. Eduardo Flores, Head of Online Training de EAATA, compañía líder en la formación de talleres, ha compartido un nuevo contenido técnico exclusivo para MotorOK en el que se alía con Pepe Álvarez, director técnico de Formauto Málaga, para mostrar las múltiples posibilidades de la cámara térmica en el diagnóstico de averías y malfunciones en el vehículo.

Mediante el uso del equipo de diagnosis multimarca THINKTOOL Master X, disponible aquí para su compra a través del portal e-commerce de EAATA, los técnicos hacen un repaso al vehículo midiendo las temperaturas en sus diferentes elementos, como la caja de fusibles, el motor y el generador de corriente. El objetivo es identificar problemas por un exceso o una ausencia de calor concentrado en puntos específicos de cada componente.

Lo que ahora permite hacer una cámara térmica es, en realidad, una práctica antigua. Pero lo que antes se hacía mediante el toqueteo y palpado de los elementos, conectando y desconectando o bien midiendo con el polímetro, hoy se desarrolla a otro nivel gracias a las ventajas de la termografía.

Un mundo de posibilidades se abre con esta herramienta si los mecánicos son suficientemente perspicaces para emplearla. Y es que, gracias a herramientas como el THINKTOOL Master X, los talleres pueden analizar desde el tablero de instrumentos hasta chequear el banco de baterías de vehículos híbridos y eléctricos.