Como es lógico, es mucho más costoso ganar un nuevo cliente que mantener uno existente. Así que, una vez el cliente decide llevarle su vehículo, ¿cómo conseguimos fidelizarlo en nuestro taller?
#1 – Estar disponible
El cliente quiere una experiencia sin complicaciones y que se ajuste a su horario. Si se trata de un servicio de entrega de vehículo, asegúrese de minimizar el tiempo que espera antes de hablar con alguien que esté trabajando y consiga que se aleje de la entrada del taller. Si, por el contrario, es una reparación más larga que necesita ser programada, ofrézcale varias opciones, y cerciórese de que siente que se convierte en una prioridad tan pronto como aparece.
#2 – Mostrar simpatía. No es nada personal, pero el cliente seguramente no esté contento de estar en su taller. En el mejor de los casos, puede tratarse de un mantenimiento de rutina, pero sea consciente de que está gastando tiempo y dinero que preferiría utilizar de otro modo. Cuando hablemos de este tipo de clientes, trate de ser lo más empático posible. Hoy en día es raro obtener un servicio atento por parte del técnico, así que este tipo de trato sobresale en la mente de un cliente y se consigue así una mayor fidelización y gusto por nuestro taller.
#3 – Combine reparaciones urgentes con aquellas secundarias. Cuando informe al cliente sobre las reparaciones inesperadas que deben hacerse, asegúrese de mencionar las otras partes del vehículo que funcionan correctamente, seguido de las posibles reparaciones futuras que podrían hacerse, pero que no las recomendaría todavía. Esto indica que usted no pretende sacarle todos los “fallos” al coche, algo que podría causar frustración en el cliente y no volver más.
#4 – Transparencia. Al recomendar reparaciones inesperadas, hágale saber que también es una sorpresa para usted y quiere ser lo más transparente posible. Como prueba, ofrezca la posibilidad de mostrarles el problema en su vehículo, o en otro similar que tenga a su disposición en el taller.
#5 – Estimaciones correctas de precio y tiempo. Un taller capaz de cumplir con sus precios y estimaciones de tiempo no es sólo una señal de que son honestos y centrados en el cliente. También hacen ver que son capaces de diagnosticar con precisión un problema, y cuánto tiempo se tardará en arreglar. Si un cliente se encuentra con ‘retrasos inesperados‘, le preguntará por qué no fue capaz de proveerlos. Si no puede devolver el vehículo a un cliente en el plazo debido (por causas ajenas), pida disculpas, reconozca el fastidio que supone e insista para asegurarse de que no quede abandonado.
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