La Asociación Europea de Proveedores de Automoción (CLEPA) encargó a PwC Strategy& que evaluara el impacto sobre el empleo de tres hipótesis políticas diferentes del Pacto Verde (tecnología mixta, solo vehículos eléctricos (VE) y aumento radical de VE) entre los proveedores de automoción europeos en el período 2020-2040. El estudio de la transición entre la propulsión convencional y la eléctrica confirma el papel fundamental de los VE para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París… y los riesgos que eso supondrá para el empleo relativo al sistema de propulsión. Así, existe la previsión de que 501.000 empleos de proveedores de automoción vinculados al motor de combustión interna queden obsoletos si la tecnología tradicional se elimina gradualmente para 2035.
El sector de la fabricación de automóviles es responsable de más del 5% del empleo manufacturero total en 13 Estados de la UE, con más del 60% de estos trabajadores empleados por proveedores de automoción. Por lo tanto, el estudio proporciona una evaluación muy necesaria a nivel europeo y, además, detecta riesgos y oportunidades en siete de los principales países productores de componentes de automoción (Alemania, España, Francia, Italia, República Checa, Polonia y Rumanía). El estudio también es el primero de su género en evaluar el impacto de diferentes vías políticas para alcanzar los objetivos del Pacto Verde, centrándose en los proveedores de automoción.
Si bien los fabricantes de automóviles tienen mayor capacidad para desinvertir o internalizar actividades para compensar una pérdida de actividad en el ámbito del sistema de propulsión, los proveedores de automoción no pueden reaccionar con tanta agilidad ya que están obligados por contratos de larga duración con los fabricantes de vehículos. Además de los líderes mundiales y bien capitalizados de la industria, el sector está formado por cientos de empresas especializadas y pymes con menos acceso al capital para invertir en la transformación de sus modelos de negocio.
Transición frente a disrupción
El estudio pronostica que, en la hipótesis de solo VE, el 70% del impacto en el empleo se sentirá ya en el período 2030-2035 y corrobora que las oportunidades del VE dependen de una amplia cadena de suministro de baterías en la UE, cuyo momento y probabilidad aún son inciertos. Los países de Europa Occidental parecen estar mejor situados para ser bastiones en la producción de sistemas de propulsión de VE, mientras que el empleo en los países de Europa Central y Oriental seguirá dependiendo en gran medida del motor de combustión interna.
Henning Rennert, socio de PwC Strategy& Alemania, ha declarado: «Aunque, por un lado, la electrificación pone en riesgo el empleo relacionado con el sistema de propulsión, en el futuro la fuerza laboral necesitará otras habilidades en áreas como el software o la infraestructura. El valor agregado y la creación de empleo en tecnologías del sistema de propulsión en el futuro van a depender de la producción local de baterías en Europa».
La secretaria general de CLEPA, Sigrid de Vries, ha agregado: «El estudio destaca los riesgos de un enfoque centrado únicamente en VE para la subsistencia de cientos de miles de personas que se esfuerzan mucho por encontrar soluciones tecnológicas para una movilidad sostenible. Como los proveedores de componentes de automoción son responsables de la mayoría del empleo manufacturero en la industria automovilística, es crucial que pongamos los empleos de los proveedores de automoción en un primer plano a la hora de gestionar el impacto social y económico de la transformación».
El director general de Sernauto, José Portilla, ha apostillado: «Nos satisface poder presentar este primer e importante estudio sobre el impacto de la electrificación en el empleo, elaborado por CLEPA y en el que Sernauto ha jugado un papel muy activo. El sector de componentes en España da empleo de calidad y estable a 225.000 personas de forma directa, de las cuales 72.000 están relacionados con el sistema de propulsión de motor de combustión interna. Este estudio anticipa la potencial evolución del empleo en este proceso de transición ecológica y tecnológica en el que está inmerso el sector de la automoción en España, y de manera relevante, el sector de fabricantes de componentes, y brinda una perspectiva a medio y largo plazo de los impactos de estos procesos en el empleo».
Un futuro incierto para las baterías
El estudio corrobora que hasta 70.000 millones de euros (70%) de la creación de valor relacionada con los sistemas de propulsión eléctricos estarán vinculados al procesamiento de materiales de baterías, la producción de celdas de batería/módulos de celdas y el ensamblaje de sistemas de baterías. Es importante destacar que estas actividades no se realizarán necesariamente con las mismas empresas o en las mismas regiones, ya que requieren habilidades y conocimientos muy diferentes en comparación con la tecnología convencional de sistemas de propulsión y, por lo tanto, es poco probable que brinden oportunidades a la mayoría de los proveedores de automoción orientados al sistema de propulsión y, especialmente, a las pymes que emplean a alrededor del 20% de las personas que trabajan en la industria de los proveedores de automoción.
De hecho, investigaciones anteriores de CLEPA mostraban que la producción de baterías proporciona relativamente más empleos para los trabajadores con formación académica y menos para los trabajadores mecánicos que actualmente fabrican piezas relacionadas con el motor de combustión interna.
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