La Sala de Denuncia de la Confederación Española de Talleres (CETRAA) ha recibido hasta 600 anomalías en 2015, el doble respecto al año anterior.
Las prácticas ilegales más comunes que denuncian los ciudadanos son el uso indebido de la vía pública y la gran cantidad de talleres ilegales que ofrecen sus servicios a «puerta cerrada». Los vecinos se quejan de los perjuicios (ruidos, olores…) de esos talleres que no cumplen los requisitos necesarios para realizar sus actividades así como problema personales originados a partir de contratar sus servicios.
Entre las denuncias recogidas, podemos ver declaraciones de usuarios de este tipo de instalaciones ilegales como las siguientes: “Cuando te llevas el coche te das cuenta de que le faltan piezas” o “Tienen a los operarios trabajando en la misma vía debajo de los vehículos y con las piernas fuera con el riesgo de que les atropellen los pies”.
La presidenta de CETRAA, Mª Carmen Antúnez, destaca que la colaboración ciudadana es esencial para facilitar la detección de este tipo de instalaciones clandestinas, por lo que agradece el apoyo mostrado: “Nuestra Sala de Denuncia registra cada día un ritmo incesante de recepción de irregularidades. Por un lado, es negativo porque significa que la problemática de los talleres ilegales sigue estando presente, y por otro lado, es bueno porque evidencia que la gente está más concienciada y nuestras campañas informativas son efectivas”, declara Antúnez.
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