Las averías de la bomba de agua siguen copando nuestras carreteras

Según las estadísticas del RACE, la bomba de agua es el componente que motiva más asistencias en carretera. Esta pieza forma parte del sistema de refrigeración, cuyo funcionamiento cobra una especial importancia con la llegada del invierno y la bajada de las temperaturas.

Industrias Dolz, fabricante español de bombas de agua, recuerda la importancia de revisar todo el sistema de refrigeración en un taller de confianza, desde el líquido refrigerante a los elementos mecánicos que lo conforman.

bomba de agua avería frecuente en carretera

La bomba de agua es el componente del sistema de refrigeración que más asistencias motiva, por delante de las relacionadas con el radiador, la distribución, el termostato o el líquido refrigerante. Según datos del RACE, la bomba de agua se situó entre los diez principales motivos de asistencia de carretera el pasado verano, sólo por detrás de las más habituales: batería, neumáticos, motor, accidente, bomba/inyección diésel, motor de arranque y embrague.

Javier Vicent, Marketing Manager de Industrias Dolz, señala:

La función de la bomba de agua es hacer circular el líquido refrigerante hacia el radiador para que el motor se encuentre siempre en su temperatura óptima de trabajo. Un funcionamiento inadecuado o una avería puede tener serias consecuencias sobre el motor

Es por eso que los profesionales del sector enfatizan la necesidad de incluir la revisión del sistema de refrigeración y de la bomba de agua en el mantenimiento preventivo que los automovilistas realizan (o deberían realizar) antes de la llegada del invierno. Y es que una revisión a tiempo de este sistema ayuda a evitar eventuales averías del motor, a la postre mucho más costosas.

¿Qué hay del líquido anticongelante?

Cabe señalar que el líquido refrigerante (o anticongelante) realiza una función fundamental: absorber parte del calor generado en los motores de combustión. Este líquido recorre el circuito interno del motor evitando el sobrecalentamiento de sus partes principales, ya que un exceso de temperatura podría fundir los pistones, la junta de culata, o incluso provocar una explosión interna.

Durante el invierno, este fluido sufre un importante desgaste por lo que «es fundamental evitar que su nivel caiga por debajo del recomendado», señala un Javier Vicent que recomienda «sustituirlo cada dos años o a los 40.000 km».

Por este motivo, Vicent aconseja comprobar el nivel del anticongelante al menos una vez al mes, especialmente, en esta época del año. ¿Cómo? Basta con colocar el vehículo en una superficie llana y con el motor frío, abrir el capó del coche, localizar el depósito del líquido y ver que su nivel se sitúa entre el máximo y el mínimo. Si el nivel desciende de manera muy rápida, puede significar que hay una fuga en el circuito y entonces será importante acudir cuanto antes a un taller de reparación.