España registró en 2019 unas emisiones medias de CO2 de los vehículos nuevos vendidos de 118 gramos por kilómetro recorrido. Esta cifra supone un ligero crecimiento del 0,8% respecto a la media de emisiones de dióxido de carbono en 2018. Estos datos, logrados por la consultora MSI para la patronal de concesionarios Faconauto, constatan un dato que sigue en alarmante aumento.

El año 2019 cerró con una caída del 22,9% de las matriculaciones de vehículos diésel de última generación. Vehículos que emiten menos CO2 que los gasolina y que sólo suponen el 29% del mercado. Este descenso, el aumento de las matriculaciones de coches de gasolina (+3,7%) y la predilección de los compradores por vehículos tipo SUV explicarían el incremento, según Faconauto.
Por su parte, los eléctricos han representado solo el 0,8% de las matriculaciones en este último año. Mientras, los híbridos (gasolina o diésel con motor eléctrico) supusieron un 7% y los híbridos a gas (GLC y GNC), un 2%.
Con la actual configuración del mercado, desde la patronal advierten de la dificultad de cumplir con los objetivos de emisiones impuestos por Europa para el 2020. Y es que, para lograr el objetivo fijado en 95 gramos por kilómetro recorrido, Faconauto estima que los diésel deberían volver a representar el 50% del mercado, aproximadamente, y las ventas de eléctricos deberían triplicarse. Un panorama bastante poco realista…
Los diésel modernos siguen siendo la respuesta
Desde la patronal se insiste en que la última generación de vehículos diésel puede jugar un papel importante para alcanzar los objetivos climáticos marcados. «Hay que volver a colocar al diésel en el lugar que le corresponde. Decírselo a los compradores para que salgan de la confusión que viven. Los modelos de última generación de este combustible ayudarían a cumplir con los objetivos de emisiones», ha indicado Marta Blázquez, vicepresidenta Ejecutiva de Faconauto.
«Así lo han entendido por ejemplo en Japón. Su Gobierno está concediendo ayudas directas para la adquisición de vehículos diésel. Entienden que, en este periodo de transición hacia la descarbonización de la movilidad, puede ser un aliado contra el efecto invernadero», explica.
Para reducir las emisiones, la patronal urge retomar los trabajos desarrollados por el Gobierno junto al sector en la última legislatura. Por ejemplo, el Pacto Estratégico de la Automoción y, particularmente, el impulso de nuevas formas de movilidad más sostenibles.

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