ATE muestra cómo aplicar su lubricante de frenos Plastilube

El ruido de los frenos es la principal causa de quejas de los automovilistas cuando se trata del sistema de frenado del vehículo. Ese «chirrido» suele indicar que es hora de cambiar las pastillas o corregir esa fuente de vibración ya que, en caso de no hacerlo, muy probablemente se experimentará un mayor desgaste de la pastilla y el disco, así como un aumento del consumo de combustible. Por ello, la marca especialista en frenos ATE comparte con los mecánicos un vídeo con subtítulos disponibles que aporta consejos de aplicación de su lubricante para pastillas de freno Plastilube.

«Muchas veces no se lubrica la superficie de contacto de la pastilla de freno durante el montaje, pero el uso de un lubricante especial evitará que se oxiden en las guías de la pinza de freno y que se produzca ese molesto chirrido. Además, si no lubricamos las guías podemos tener una movilidad forzada. Hay que tener en cuenta que la guía y las placas posteriores es «metal contra metal», por lo que hay engrasarlas siempre y hacerlo correctamente antes de instalar el freno», explica la marca de Continental.

ATE advierte que, incluso con un uso moderado, los frenos alcanzan temperaturas extremadamente altas. Los lubricantes comunes pueden derretirse en estas condiciones extremas y, posiblemente, gotear o salpicar otros componentes del sistema de frenado, incluidas las pastillas y los discos, lo que puede perjudicar en la efectividad de la frenada.

Plastilube de ATE es un lubricante permanente de gran potencia para la reparación de frenos y montaje de pinzas con uso versátil y con multitud de aplicaciones que le hace ser compatible con todos los metales y con la mayoría de los materiales de las juntas, además del sistema ABS. Permite lubricar las superficies guía de pinzas y pastillas de freno para proteger de la corrosión y evitar molestos ruidos y chirridos.

No contiene jabones metálicos ni ácidos grasos y, por tanto, no es corrosivo. Proporciona un alto nivel de satisfacción ya que reduce la frecuencia de mantenimiento al contar con una mayor duración de la lubricación. Insoluble al agua, con una extraordinaria resistencia al lavado y a las altas temperaturas, hacen de esta una solución química que destaca por su productividad.