El Grupo ASER encara en diciembre el último mes de su iniciativa ’12 Causas’, una acción divulgativa que a lo largo de este 2023 ha concienciado a los usuarios sobre la necesidad de circular con el vehículo en perfectas condiciones y realizar todos los mantenimientos pautados por el fabricante. Para estas informaciones, que en diciembre se centran en los sistemas de arranque y carga del vehículo, el grupo se apoya en la iniciativa ‘Elige calidad, elige confianza’ de Sernauto, la patronal de los fabricantes de equipos y componentes del automóvil.
La vida útil aproximada de las baterías, según datos de los fabricantes, se encuentra en torno a los cuatro o cinco años. No obstante, esta duración puede verse afectada según el tipo de conducción, el número de arranques y el estado del vehículo. La batería es el corazón del sistema eléctrico del vehículo, puesto que de su poder de alimentación dependen todos los componentes eléctricos y electrónicos del coche: faros, alarmas, GPS, radio, dirección ABD, sistemas de control de tracción… Es, en definitiva, un acumulador de energía que proporciona al vehículo toda la electricidad que necesita.
Aunque antaño era habitual poder efectuar un cambio de batería sin la necesidad de acudir al taller, la complejidad creciente de estos componentes y de la automoción en general han hecho cada vez más necesario contar con un profesional para llevar a cabo esta operación. Y es que no sólo se necesitan unas herramientas de diagnosis especiales, sino también el conocimiento para elegir la batería correcta.
Al elegir una batería para un vehículo, no sólo conviene seleccionar el tamaño correcto; las prestaciones eléctricas adecuadas (capacidad -Ah-, potencia de arranque en frío, CCA, polaridad…) también son importantes y fundamentales a tener en cuenta.
Hoy en día, además, cobra especial importancia la llamada «tecnología de la batería». Y es que los nuevos vehículos, híbridos y microhíbridos, requieren baterías de características especiales que permitan muchos ciclos de arranque/carga seguidos sin deteriorarse de manera prematura. Ahorrar unos euros en la batería eligiendo por precio una batería que no sea adecuada para el vehículo que la monte, puede generar averías y costes adicionales en el medio plazo. Por otro lado, la calidad de los componentes y de los materiales utilizados para su fabricación determinan las ventajas y las diferencias entre baterías.
Para evitar sorpresas, el mantenimiento preventivo de la batería es fundamental. De este modo, desde ASER apuntan a la conveniencia de solicitar una revisión del estado de la batería cuando se acuda al taller. Especialmente, en unas fechas tan climatológicamente adversas como la temporada de invierno.
Tipos de baterías y sus usos
Gracias a continuas innovaciones y optimizaciones, el rendimiento, la fiabilidad, la seguridad y la versatilidad de las baterías húmedas clásicas han mejorado con los años. Las baterías EFB y AGM son dos tipos de batería más modernos que responden a las crecientes exigencias de la actual generación de vehículos. Por ejemplo, hace unos años era normal revisar el nivel de ácido de la batería y llenarla con agua destilada si era necesario, algo que en las modernas baterías, sin mantenimiento, no es necesario ya que las pérdidas son mínimas durante su vida útil.
Las baterías AGM y EFB se caracterizan por ofrecer un alto rendimiento. A pesar de sus diferencias técnicas, las últimas generaciones de estas baterías tienen muchas ventajas en común: necesitan menos mantenimiento y son más fiables y seguras que hace diez años gracias a los avances en la tecnología de baterías.
- Baterías de celdas húmedas (SLI)
La denominación de la tecnología SLI hace referencia (en inglés) a las funciones principales de la batería de un vehículo: arranque, alumbrado y encendido. Son adecuadas para vehículos sin tecnología Start-Stop y con una cantidad moderada de consumidores eléctricos.
Contienen varias celdas, llamadas también bloques de placas, compuestas por un conjunto positivo y un conjunto negativo de placas, que a su vez están compuestos por varios electrodos. Los electrodos positivos constan de un material activo hecho con óxido de plomo y de una rejilla positiva de una aleación de plomo. La estructura de la rejilla confiere una estructura sólida a los electrodos y sirve a la vez como conductor eléctrico. Estas placas se sumergen en un electrolito, formado por una mezcla de ácido y agua destilada (batería húmeda). Los electrodos negativos también constan de un material activo, plomo puro en este caso, y de una rejilla negativa. Los electrodos de diferente polaridad están separados por placas separadoras.
Las baterías húmedas más modernas son de plomo-calcio y utilizan placas de plomo y óxido de plomo en combinación con un electrolito de calcio en lugar de ácido.
- Baterías VRLA
VLRA (Valve Regulated Lead Acid), en referencia a las válvulas de seguridad que se encuentran presurizadas dentro de la caja de la batería. Es decir, no puede perder líquidos porque el electrolito está presurizado en el interior de la batería.
Las baterías EFB son una versión optimizada y de mayor rendimiento de la batería plomo-ácido convencional. La abreviatura EFB hace referencia a Enhanced Flooded Battery (batería inundada mejorada). En este caso, las placas también están aisladas entre sí con un separador micro-poroso. Entre la placa y el separador también hay una malla de poliéster. Las baterías EFB ofrecen una gran cantidad de ciclos de carga y duplican con creces el rendimiento en descarga parcial y profunda de las baterías convencionales. Suelen instalarse en vehículos con sistema Start-Stop básico (motores pequeños y vehículos con consumos eléctricos reducidos). Dado su rendimiento superior cada vez se utilizan más a la hora de sustituir baterías de plomo-ácido y plomo-calcio convencionales, en vehículos sin Start-Stop pero con requisitos de conducción exigentes, y sin Start-Stop pero con un consumo eléctrico elevado.
Las baterías AGM, comúnmente llamadas «secas», son muy versátiles y poseen una estructura igual a las baterías de celdas húmedas, pero el electrolito no flota libre, sino que está retenido en un separador especial de fibra de vidrio (Absorbent Glass Mat). Su gran superficie de contacto contribuye a producir más energía. Gracias a su diseño, esta batería está sellada herméticamente, a prueba de fugas, lo que permite que el oxígeno y el hidrógeno se recombinen en su interior, por lo que no hay pérdidas de electrolito. Para protegerlas de una presión excesiva, las celdas están equipadas con una válvula de seguridad. Ofrecen un alto rendimiento, mayor seguridad y están diseñadas para altos requerimientos.
Una batería AGM resiste tres veces más ciclos que una batería de arranque convencional, no dependen de su posición en el vehículo ya que la retención del electrolito evita los escapes de líquido (el ácido de la batería no se sale ni siquiera si esta se fractura). Son adecuadas para vehículos con sistema Start-Stop con recuperación de la energía de frenado, ya que las baterías de arranque convencionales no son capaces de responder a las grandes demandas de energía de estos sistemas. Son la opción adecuada, también, para los coches con un elevado consumo de energía y gran cantidad de consumidores eléctricos.
Las baterías de gel suelen confundirse con las baterías AGM. También son baterías VRLA y están equipadas con una válvula de ventilación. Tienen una estructura similar a la de las baterías húmedas convencionales, con electrodos positivo y negativo rodeados por un electrolito, pero usan una silicona (se le añade sílice) para conseguir que el ácido quede más denso, en forma de gel. Esto ofrece una mayor resistencia a las vibraciones y la inclinación. El diseño encapsulado facilita la manipulación y aumenta la seguridad. Si la batería está en perfectas condiciones, el usuario no tiene que temer fugas del líquido. Así pues, en el sector se suele decir que las baterías de gel son sin mantenimiento. En este tipo de baterías herméticas, el hidrógeno producido por la batería se recombina, haciendo innecesario llenar con agua destilada, por lo que se dice que esta baterías no tienen mantenimiento. Son baterías que aguantan muy bien las descargas profundas.
Las baterías de gel destacan por su menor desgaste de los electrodos, que se traduce en una vida útil más larga respecto a las baterías de plomo-ácido convencionales, pero su mayor resistencia interna impide que generen corrientes de arranque en frío elevadas en intervalos de tiempo cortos. Otra desventaja es que son susceptibles a las variaciones de temperatura.
En algunos casos merece la pena cambiar a una tecnología de batería diferente con mayor rendimiento, pero una batería AGM siempre debe cambiarse por una de la misma tecnología y características, ya que si ponemos una batería convencional en un vehículo Start-Stop, tendremos una disminución considerable de la vida útil de la batería y limitaciones de funcionamiento del sistema de gestión de energía del vehículo, aunque desactivemos la función Start-Stop.
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