Gozar de una buena visibilidad al volante es uno de los principales factores que contribuyen a una conducción segura. El 90% de la información que llega al cerebro mientras se circula lo hace a través de la vista y estudios sobre la materia revelan que un 82% de los accidentes de coche ocurren de noche o en condiciones de baja visibilidad. El foco de visión y la concentración son elementos esenciales para captar y gestionar la información que entra por los ojos, pero también lo es que el vehículo mantenga sus piezas y componentes relacionados con la visibilidad en las mejores condiciones, y siempre confiando en recambios de calidad cuando sea el momento de una sustitución o reparación.
Conscientes de ello, desde el Grupo ASER, en colaboración con la iniciativa ‘Elige calidad, elige confianza’, dedican sus «12 Causas ASER» del mes de noviembre a la iluminación y las escobillas limpiaparabrisas, elementos clave para la visibilidad en carretera y que lo son aún más en la actual época del año.
Iluminación
Un buen sistema de iluminación mejora el tiempo de reacción y la visibilidad en condiciones meteorológicas adversas. En contrapartida, una mala iluminación aumenta el riesgo de accidente, al proporcionar menos tiempo de reacción y una mayor fatiga visual.
Por la noche, la percepción visual del ser humano se reduce de 1:10 a 1:3, lo que significa que se necesita estar a tres metros de un objeto que, a la luz del día, podría verse a tres metros. Además, la vista empeora con la edad, las pupilas se «nublan» (efecto de opacidad) y con solo 40 años de edad se puede llegar a necesitar incluso tres veces más luz para ver con la misma claridad que un niño.
Otro dato interesante que comparte ASER es que, circulando a 100 km/h, la visibilidad al volante es de solo 45º. Un reducido campo de visión que, indudablemente, conlleva el peligro de no percibir (especialmente en situaciones de poca luz) los vehículos y las personas que se cruzan en nuestro camino desde los laterales. Aunque a menudo se subestima en comparación con otros elementos (como el ABS, el ESP, los cinturones de seguridad o los airbags), lo cierto es que el «factor iluminación» ocupa la primera posición en lo que la Asociación Europea de Proveedores del Sector de Automoción ha denominado «círculo de seguridad» del vehículo.
Algunos de los consejos básicos de ASER en esta temática son:
- Cuando haya que cambiar las lámparas, hacerlo siempre por pares (de dos en dos).
- Revisar las lámparas de señalización (interior y exterior) permanentemente.
- Limpiar las ópticas regularmente; no hacerlo puede acarrear una pérdida de luz de hasta un 10%.
- Utilizar siempre recambios de calidad, ya que son los únicos que cumplen con las mismas exigencias de eficiencia y rendimiento que los instalados en el vehículo cuando salió de la fábrica. Estos recambios pueden ser suministrados tanto por el taller marquista (concesionario) en su formato de recambio original, como por los talleres multimarca independientes cuya red de distribución de recambios les nutren de productos de calidad OE o equivalente que cumplen con las mismas exigencias, siendo a menudo fabricados incluso por la misma empresa.
- Alinear correctamente los faros delanteros, algo fundamental tanto para el confort como para la seguridad de los ocupantes del vehículo y del resto de usuarios de la vía.
- Visitar al oftalmólogo regularmente, especialmente si se nota una disminución de la capacidad visual.
Escobillas limpiaparabrisas
Las escobillas o limpiaparabrisas del vehículo tienen una misión fundamental: garantizar la mejor visibilidad en todo momento durante la conducción, ya que permiten anticipar situaciones de riesgo (causadas no sólo por la lluvia) y disminuir la fatiga gracias a una mejor visibilidad. Recuerdan desde ASER que aproximadamente el 7% del tiempo de conducción de los automovilistas transcurre con los limpiaparabrisas activados.
Peatones que irrumpen en la calzada, una parada repentina, un semáforo que cambia de color… Son muchos los imprevistos a los que los conductores están expuestos a diario y que demandan de una reacción rápida para evitar males mayores. Además, el 18,4% de los accidentes mortales se producen bajo condiciones atmosféricas adversas (niebla, lluvia, granizo, nieve…) y los días lluviosos hacen aumentar el número de colisiones, de media, un 15%.
Para circular en perfectas condiciones de visibilidad es necesario tener estos componentes en perfecto estado, además de seguir una serie de principios básicos que desde ASER quieren compartir y que son:
- Nunca utilizar productos químicos que puedan dañar las láminas de goma.
- No pasar paños sobre las láminas de las escobillas para limpiarlas, ya que se eliminará la capa de material de protección que llevan.
- Comprobar regularmente que haya el suficiente líquido anticongelante para evitar que la lengüeta de goma de la escobilla se congele y se rompa.
- Si durante las noches de invierno con fuertes heladas o nevadas el vehículo permanece estacionado en el exterior, levantar las escobillas o poner una hoja (plástico o cartón) entre ellas y el parabrisas.
- No poner nunca en marcha las escobillas cuando el parabrisas esté congelado, ni hacerlo en seco usando el limpiaparabrisas para limpiar la suciedad del cristal.
- Sustituir las escobillas una vez al año, siendo la mejor forma de garantizar un funcionamiento eficaz. Lo ideal es hacerlo en otoño, antes de que comience la época de lluvia, frío, hielo y nieve.
- Acudir siempre a un taller de confianza y apostar por marcas de primer nivel, ya que son las únicas que garantizan la seguridad y el confort visual necesarios.

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