Según Euromaster, hasta dos de cada diez coches en circulación presentan problemas en el sistema de frenos o en sus neumáticos. Uno de los fenómenos más peligrosos es el de las ruedas cristalizadas, que afectan de forma directa a la seguridad en carretera.
¿Qué significa que un neumático está cristalizado?
Los neumáticos cristalizados son aquellos que, debido a la exposición al calor, el paso del tiempo o una presión inadecuada, han endurecido su superficie de contacto con el asfalto.
-
Pierden elasticidad.
-
Disminuyen su capacidad de adherencia.
-
Aumentan la distancia de frenado.
Este fenómeno se agrava en verano, cuando las altas temperaturas y el asfalto caliente aceleran el deterioro del caucho.
Síntomas de unas ruedas cristalizadas
Euromaster destaca tres señales de alerta:
-
Cambios en el tacto del pedal del freno: más duro o más blando de lo normal.
-
Ruidos y vibraciones al frenar, consecuencia de discos deformados o neumáticos deteriorados.
-
Mayor distancia de frenado, incluso en frenadas suaves, debido a la pérdida de agarre del neumático.
Consecuencias para la seguridad
Circular con neumáticos cristalizados no solo aumenta el riesgo de accidente, sino que también compromete la eficacia de otros sistemas de seguridad del vehículo (ABS, control de tracción o estabilidad). Esto se traduce en un mayor riesgo tanto en ciudad —ante frenadas imprevistas— como en carretera, donde la velocidad multiplica los efectos.
Prevención y recomendaciones
-
Revisar periódicamente el estado de los neumáticos y del sistema de frenos.
-
Sustituir los neumáticos cuando presenten grietas, endurecimiento o pérdida de dibujo.
-
Realizar un mantenimiento preventivo a partir de los 20.000 km, tal como aconseja Euromaster.
La compañía insiste en que una revisión a tiempo puede evitar averías costosas y, sobre todo, reducir la siniestralidad asociada al mal estado de los neumáticos.
No hay comentarios
Escribir comentarioLo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.
Artículos relacionados