10 consejos de HELLA para conducir tranquilo en invierno

1. Luces. Cerciorate de que los faros del vehículo funcionan correctamente y están bien regulados. Recuerda también que en determinadas condiciones es obligatorio el uso de las antiniebla.

2. Escobillas limpiaparabrisas. Asegúrate de que tus escobillas funcionan correctamente, no dejan surcos ni rastros o hacen ruidos molestos.

3. Batería. Con el frío existe más riesgo de que la batería se descargue, ya que su rendimiento óptimo se da con temperaturas más altas. Revisa su nivel de carga y, por si acaso, no olvides llevar las pinzas. Se recomienda una revisión en el Taller a partir de que la batería cumpla su tercer año.

4. Frenos. Los elementos de frenado son uno de los sistemas activos más importantes en la seguridad del vehículo. Que se encuentren en perfecto estado es vital para evitar posibles accidentes.

5. Neumáticos. Revisa que el dibujo tenga la suficiente profundidad y que la presión sea correcta, ya que con el frío tiende a bajar. Para compensar ese efecto, es normal añadir hasta 0,2 bares de presión respecto a otras épocas más cálidas. ¡Y no te olvides de las cadenas!

6. Líquido anticongelante. Es recomendable cambiarlo cada 2 años.

7. Amortiguadores. Pierden eficacia a partir de los 30.000 km, momento en el que debes ir al taller para revisarlos o cambiarlos.

8. Calefacción. Comprueba el sistema de calefacción y el aislamiento del coche para evitar que el calor se escape.

9. Aceite del motor. Durante los meses de invierno es aconsejable que cambies el aceite por uno más fino, es decir, menos viscoso.

10. ¡Que no se te olvide nada! Para viajes largos, asegúrate de que la batería de tu móvil está completamente cargada, comprueba el estado de las carreteras por las que vas a circular. Comprueba que llevas todos los elementos de emergencia (chaleco, triángulos, lámparas) y añade una linterna, ropa de abrigo, una manta y algunos alimentos calóricos (como chocolatinas).

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