La Inspección Técnica de Vehículos (ITV) es un sistema cuyo objetivo es eliminar, en lo posible, el riesgo de accidentes y controlar las emisiones. Se trata de un procedimiento que se instauró en España en el año 1981 para los vehículos industriales y que en 1985 se generalizó para todos los tipos de vehículos. Aunque su historia es larga y es de obligatorio cumplimiento, aún muchos conductores tienen dudas en torno a la ITV. Para luchar contra los falsos mitos y creencias que no se ajustan a la realidad, desde la Asociación Española de Entidades Colaboradoras de la Administración en la Inspección Técnica de Vehículos (AECA-ITV) han querido desmontar siete mitos de la ITV a los que algunos automovilistas aún dan credibilidad.
- Los inspectores técnicos tienen un porcentaje de rechazos que cumplir
El Real Decreto 920/2017 establece expresamente que los directores técnicos y los inspectores no podrán tener conflicto de interés en su actividad, debiendo mantener en todo momento su imparcialidad y objetividad. Además, las estaciones de ITV están sometidas a inspecciones de las propias Administraciones Públicas y a auditorías de la Entidad Nacional de Acreditación. Actuaciones que garantizan, en todo momento, el cumplimiento de los principios de imparcialidad y objetividad.
- Si no superas la ITV, el vehículo puede seguir circulando hasta la segunda inspección
Si el defecto o los defectos detectados son calificados como graves, el vehículo no puede circular por las vías públicas excepto para su traslado al taller o, en su caso, para la regularización de su situación y vuelta a una estación ITV para nueva inspección en un plazo no superior a dos meses, contados desde la primera inspección técnica desfavorable. En el caso de que se detecten defectos calificados como muy graves, el vehículo también está inhabilitado para circular y, además, el traslado del vehículo desde la estación ITV hasta su destino para que los defectos sean reparados se realizará por medios ajenos al propio vehículo, es decir, en grúa o plataforma. Una vez subsanados los defectos, se deberá presentar el vehículo a inspección en un plazo no superior a dos meses, contados desde la primera inspección negativa.
- El titular del vehículo es el único que puede pasar la ITV
Lo relevante es que el vehículo tenga la ITV en vigor, sin importar si es el titular del mismo el que acude a la estación de ITV o no, ya que el procedimiento será el mismo. Lo más importante es que la persona que lleve el vehículo cuente con los documentos de identificación del vehículo, es decir, con los originales de la tarjeta de inspección técnica y el permiso de circulación. La marca, modelo, número de bastidor y matrícula del vehículo deben coincidir con los indicados en la documentación.
- Dependiendo de la época del año es más fácil pasar la ITV
Muchos conductores intentan hacer coincidir la realización de la ITV de su vehículo con diferentes épocas del año pero lo cierto es que, independientemente de la fecha de la inspección, siempre se van a realizar las mismas pruebas y comprobaciones que establezca la normativa aplicable.
- Realizar la ITV fuera del plazo conlleva un recargo adicional
Las estaciones de ITV no pueden sancionar un vehículo por realizar la inspección técnica fuera de plazo. Sin embargo, se corre el riesgo de que los agentes de tráfico interpongan una multa al conductor de hasta 500€, además del peligro que supone para los usuarios de las vías.
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