Los plazos de cambio de los filtros, igual de importantes en invierno

No respetarlos derivará en filtros colmatados que causarán más consumo de combustible y menor autonomía de los electrificados.


Desde MANN-FILTER, fabricante líder en sistemas de filtración, advierten que no respetar los plazos de cambio de los filtros del vehículo conlleva un mayor consumo de combustible o una disminución de la autonomía de los electrificados. Esto sucede, sobre todo, en los momentos en los que se hace más uso de los sistemas de climatización, como puede ser con la llegada del invierno y el filtro de habitáculo.

plazos de cambio de los filtros igual de importantes en invierno para evitar filtros colmatados

En los años en los que los niveles de floración y sequía son elevados, como los sufridos este 2022, en el que además se añade el efecto de la calima del pasado mes de marzo, es posible que el filtro esté colmatado si no se ha reemplazado desde la primavera. Así, al conectar la calefacción, los usuarios notarán que no entra el aire y subirán la velocidad del ventilador, con el consiguiente aumento de consumo y desgaste innecesario del sistema de climatización.

En este sentido, la recomendación de MANN-FILTER siempre es respetar los periodos de mantenimiento recomendados, que en el caso de los filtros de habitáculo suele ser una vez al año o cada 15.000 kilómetros.

Filtros de aire, aceite y combustible colmatados

En el caso de los filtros de aire, aceite y combustible, no respetar los plazos de cambio de los filtros recomendados, no solo conlleva un mayor consumo y el consiguiente aumento de las emisiones contaminantes, sino también riesgo de avería del motor. El motivo es similar al de los filtros de habitáculo: se trata del «efecto de pérdida de carga máxima», es decir, aumenta el esfuerzo que deben hacer los diversos componentes del motor en hacer pasar el fluido a través del medio filtrante.

Conviene recordar a este respecto que los filtros trabajan mediante el «efecto en profundidad», es decir, «la separación de partículas se produce en el interior del entramado de fibras que constituye dicho medio filtrante», explican desde la compañía.

«Al inicio del proceso de filtración se depositan primero algunas partículas en la superficie de las fibras, y al ir transcurriendo el tiempo, va aumentando la densidad de ocupación y pueden configurarse formaciones dendríticas (densas y con ramificaciones) que, además, van a contribuir a mejorar el rendimiento de filtrado», explica Antonio Martínez, responsable técnico de MANN-FILTER en España y Portugal.

No obstante, con el tiempo, el volumen de fibras disponible en el medio para el almacenamiento de las partículas que se separan se irá reduciendo, de modo que la pérdida de carga aumenta. «El esfuerzo que tiene que realizar el motor para hacer pasar los distintos fluidos a través de los filtros aumenta», explica Martínez, lo que se traduce en un mayor consumo de combustible.

Tras un periodo de servicio «que viene especificado en los manuales de mantenimiento del vehículo», el filtro queda colmatado, alcanzando el punto máximo de pérdida de carga, momento en que debe ser sustituido.

Así, «no cambiar los filtros cuando corresponde significa circular con los filtros colmatados, que implica que el motor realice un esfuerzo extra para mover los fluidos a través de esta concentración de suciedad, lo que va a repercutir en un aumento del consumo y de las emisiones contaminantes», advierte el responsable técnico de MANN-FILTER.

 

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