La Asociación Española de Proveedores de Automoción (Sernauto), en colaboración con la consultora KPMG, celebró el pasado 21 de mayo el webinar «Proveedores de automoción ante la crisis del COVID-19. Retos y oportunidades». La mesa redonda virtual, introducida y concluida por José Portilla, director general de la entidad, estuvo moderada por Begoña Cristeto (KPMG) y contó con la participación de Raül Blanco, Secretario General de Industria y de la Pyme; Francisco Marro, presidente de FAE; Francisco J. Riberas, presidente ejecutivo de Gestamp; y Maria Helena Antolín, presidenta de Sernauto.
Al comienzo de su intervención, el Secretario General de Industria agradeció a la industria de componentes su «ejemplar labor y compromiso social» durante estas semanas de pandemia. Además, hizo alusión al importante reto que tenía el sector en términos de transformación antes de la crisis y que el coronavirus no ha hecho más que acentuarlo. «Tiene que haber una señal urgente y rápida para que se vea la apuesta del Gobierno por el sector de la automoción», aseguró Raül Blanco.
Destacó que «el sector ha sido ejemplar en el rearranque y en su propuesta de un plan de choque con medidas claras». En este sentido, remarcó que están hablando ya con el sector para poner en marcha medidas tanto para promover la demanda (compra de vehículos) como para la oferta, con ayudas a la inversión en I+D+i que realizan los proveedores de automoción, medidas que considera «urgentes» y que hay que tomar en el «corto plazo». También incidió en el papel que tiene este sector en la sociedad, «una sociedad que no se entiende sin el automóvil como elemento de libertad y avance social».
La presidenta de Sernauto, Maria Helena Antolin, señaló por su parte que estamos en «una situación muy preocupante en esta crisis que es global y que nos ha afectado sobremanera a un sector tan internacionalizado como el nuestro». De cara a la recuperación, coincidió en destacar que «relanzar la demanda es la base del futuro que podamos tener» porque «si no tenemos demanda no se van a fabricar coches y no se producirán piezas». Pero, además, aboga por «no hay que perder la perspectiva del largo plazo» y, en este sentido, «todo lo relativo a la innovación va a ser importantísimo».
Para poder afrontar los grandes retos que aguardan, la vicepresidenta del Grupo Antolin remarcó la importancia de contar con una estrategia país para el sector de automoción, como están haciendo otros países europeos. Dado que los centros de decisión de nuestros clientes (fabricantes de vehículos) están fuera de España, «tenemos que ser los mejores de la clase para mantener lo que teníamos y atraer nuevos modelos y tecnologías», afirmó.
Francisco J. Riberas, presidente ejecutivo de Gestamp, comentó: «La industria de automoción es estratégica para España. Por eso no se puede permitir perder el tiempo. Es clave el acuerdo inmediato entre todos los actores, con todos los niveles de la Administración involucrados, para poner en marcha un plan y que demuestre a los centros de decisión de los fabricantes europeos que España es un país amigo del automóvil. Para esto, una señal inequívoca serán los estímulos para conseguir la reactivación de la demanda».
Como representante de una de las pymes del sector de componentes, Francisco Marro, presidente de FAE, resaltó que es clave que se facilite a las empresas del sector flexibilidad y ampliación de los ERTEs y liquidez para poder seguir acometiendo las «grandes inversiones» que requieren los retos a los que nos enfrentamos. En su opinión, «el Estado tiene muchas herramientas que utilizar para darle velocidad nuevamente al sector», como, por ejemplo, se ha hecho en otros países dándoles «ayudas a las empresas a coste cero».
El webinar fue moderado por la socia de Industria y Automoción de KMPG, Begoña Cristeto, quien puso de manifiesto que «hace dos meses el sector de automoción estaba en una tormenta perfecta, en su reto por pasar de la industria de la automoción a la de la movilidad. En diez semanas, han surgido en el sector de la automoción más que retos, nuevas prioridades o necesidades a muy corto plazo. Sin embargo, esto no significa abandonar los anteriores, sino que, por ejemplo, sigue manifestando su adhesión a proyectos como la ley de Cambio Climático».
Cristeto resumió en cinco las prioridades del sector de la automoción tras el COVID-19: reorganizar fábricas, proteger a los empleados, garantizar la liquidez, recomponer y fortalecer la cadena de suministro y recuperar e incentivar la demanda.
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