Aunque hay muchos casos diferentes de productos Brembo falsos, el fabricante italiano ha dividido en tres (falsos, semifalsos y superfalsos) las distintas categorías de componentes de frenado que no corresponden al concepto original de la marca.
Y es que el fenómeno de la falsificación de las piezas de recambio no es ninguna novedad pero, en el caso de productos como los que fabrica Brembo, la situación es especialmente alarmante al tratarse de un componente de seguridad activa del que dependen la salud y la seguridad de conductores y pasajeros.
Falsos
Se trata de todos aquellos productos (pinzas, discos y pastillas de freno) que son imitaciones más o menos verosímiles de los productos originales Brembo. A menudo las copias son bastante rudimentarias y, por lo tanto, fácilmente detectables por un ojo experto. Pero a veces, las falsificaciones intentan replicar la estética externa de los componentes y logran engañar a muchas personas.
Al comprar un producto Brembo falso, no hay forma de saber de antemano si ese producto garantizará el nivel de prestaciones de la pieza original, si su vida útil será idéntica a la del producto Brembo y si será capaz de mantener el mismo nivel de prestaciones. Un problema grande, puesto que si las prestaciones no son satisfactorias o el desgaste es excesivo, el comprador no tendrá nadie a quién dirigirse.
Semifalsos
Un semifalso es un sistema de frenos Brembo en el que algunos componentes originales (normalmente, la pinza de freno) se comercializan deliberadamente junto con otros que no son Brembo. Una práctica a la que la italiana siempre se ha opuesto, recordando que las prestaciones de un sistema de frenos están determinadas no solo por la calidad sino también por el hecho de que todos los componentes se integran a la perfección.
En este caso, la estrategia de los falsificadores es parcialmente diferente pero igualmente arriesgada, y casi siempre implica la compra de pinzas Brembo vendidas como piezas de repuesto para los coches que montan frenos Brembo de origen. En ocasiones, las pinzas proceden de coches robados o accidentados (es decir, no son nuevas) y, por lo tanto, se desconoce su uso previo.
Estas pinzas, que suelen llevar el logotipo de fabricantes como Ferrari, Porsche, Lamborghini o BMW, se repintan con el logotipo Brembo y se venden en kits con otros componentes, como discos y pastillas de dudosa procedencia. Aunque en este caso la pinza haya sido fabricada por Brembo y no debiera presentar ningún problema, el kit final sí puede ser peligroso.
Superfalsos
Por último, hay falsificaciones que ni siquiera copian un producto existente sino que llevan la marca de una empresa, aunque esa marca nunca haya fabricado un artículo de ese tipo. En este caso, se habla de superfalsos porque ni siquiera imitan al original, limitándose solo y exclusivamente a llevar su marca de forma fraudulenta.
En el caso de Brembo, nos referimos especialmente a las cubiertas (o «covers») de plástico, aunque más raramente de aluminio, de las pinzas de freno que, según su fabricante, sirven para mejorar su aspecto.
A pesar de que las «cover» Brembo falsas son cada vez más populares en el mercado, Brembo no fabrica ni ha fabricado nunca cubiertas de freno. Evidentemente, la tecnología e investigación que el fabricante italiano dedica a sus productos no tiene nada que ver con unas banales piezas de plástico decorativas.
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