Nuevo kit de restauración de faros HRK00XM de Philips

El desgaste del sistema de iluminación de los vehículos se hace perceptible a medida que las ópticas adquieren un tono amarillento y opaco. Esto afecta a la calidad de la luz emitida y la visibilidad por la noche, pudiendo ser calificado como defecto leve e incluso grave en la ITV. Para devolver sus prestaciones originales en términos de iluminación y esquivar el cambio de faros, Philips ofrece al mercado su kit de restauración de faros delanteros HRK00XM con tecnología anti UV.

Se trata de una solución con la que talleres y usuarios pueden conseguir excelentes resultados sin necesidad de recurrir a herramientas eléctricas. El kit de restauración proporciona una conducción más segura de noche, eliminando el empañamiento y el tono amarillento de los faros viejos, los cuales pueden provocar una pérdida de visibilidad nocturna de hasta el 40%.

Cada kit contiene: una botella de pretratamiento a base de agua (29,5 ml); una botella de limpiador/pulidor (29,5 ml); una botella de restaurador/conservador del brillo (29,5 ml); una hoja de papel de lija de 600 (grueso); una hoja de papel de lija de 1500 (medio); una hoja de papel de lija de 2000 (fino); diez toallitas de papel y un par de guantes (talla única).

La iluminación, aspecto fundamental en la ITV

La ITV dedica un apartado específico a comprobar el estado en que se encuentran los grupos ópticos de los automóviles y su efecto en la calidad de la luz emitida. Por ello, el Manual de Procedimiento de Inspección de Estaciones de ITV contempla que los vehículos turismos y comerciales ligeros (categorías M* y N*, respectivamente) que se sometan a la inspección deberán contar con dos o cuatro luces de carretera (hasta seis en vehículos de la categoría N3*; vehículos de mercancías de más de 12 toneladas), y dos luces de cruce, que obligatoriamente habrán de emitir luz blanca.

Durante la inspección, entre otros aspectos, el técnico comprobará, además de la calidad de la luz emitida, si el estado de los dispositivos es correcto o defectuoso, si dicho estado afecta a su función o si existe riesgo de desprendimiento. Así, y dependiendo del grado de mantenimiento de los faros, el técnico de la ITV podría calificar su estado como defecto leve (e incluso grave), mientras que un color no reglamentario en la luz emitida automáticamente merecerá la calificación de defecto grave.