El popularmente conocido como anticongelante o líquido refrigerante es esencial para el funcionamiento del vehículo y su escasez o mal estado pueden provocar serios daños al motor del coche.
El líquido refrigerante está compuesto mayoritariamente por etilenglicol, un compuesto químico con propiedades anticongelantes que incluye aditivos específicos que le aportan propiedades anticorrosivas, antioxidantes, antiespumantes y colorantes.
Este líquido de refrigeración ofrece unas propiedades imprescindibles, como la propia anticongelante, para que el vehículo funcione correctamente. Sin embargo, su principal función es la de absorber el exceso de calor generado por el motor, manteniendo siempre una temperatura ideal de mantenimiento, que suele estar alrededor de los 90ºC.
Factores a tener en cuenta en la elección del producto
A la hora de escoger un refrigerante, conviene tener en cuenta el clima y escoger uno que sea apropiado para las temperaturas en las que se mueva cada automovilista. Además, el líquido suele tener un color llamativo para que, en caso de fuga, sea fácil de identificar.
Se recomienda cambiar el anticongelante o líquido refrigerante cada dos años o cada 40.000 km, ya que el producto y sus propiedades se deterioran con el tiempo. Es importante cambiar el líquido de refrigeración siguiendo estas recomendaciones para así evitar posibles averías en partes del circuito de refrigeración.
Anticongelante inorgánico, orgánico e híbrido
Existen en el mercado anticongelantes basados en dos tecnologías principales: inorgánicos y orgánicos. Estas dos tecnologías no deben mezclarse nunca, tal y como nos indica el especialista en soluciones químicas para el taller Krafft.
Los refrigerantes orgánicos, los más modernos, resultan ser los más duraderos y los más respetuosos con el medio ambiente. No contienen ni nitratos ni nitritos ni aminas, y sus aditivos ofrecen una mayor protección frente a la corrosión.
Además, actualmente existen también los denominados anticongelantes de tecnología híbrida. Son líquidos refrigerantes de tecnología orgánica con silicatos (Si-OAT). Estos anticongelantes ofrecen la duración y protección de los orgánicos, con la eficacia inmediata de los inorgánicos.
En caso de duda, Krafft recomienda consultar siempre la ficha de cada vehículo para saber qué tipo de anticongelante recomienda el fabricante.
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